martes, 24 de junio de 2014

La poesía en la tonada




Por Clara


Lamentablemente, la tonada es un género del folklore que no tiene tanta aceptación entre los jóvenes de hoy. Es por esto precisamente que me interesé por investigar las causas de este rechazo y me preocupé por intentar demostrar las virtudes y bellezas del que, a mi modo de ver, es el más sublime de los géneros del folklore.


                Dificultades que plantea la tonada:

                Primero que nada, debe entenderse que la tonada es el único género del folklore que no se baila. Esto obedece a una razón: nace para ser escuchada en silencio y con verdadera atención. Esta es quizás la dificultad mayor que se les presenta a nuestros jóvenes: DEBEN HACER SILENCIO. Pues todo buen cuyano sabe que cuando llega la tonada hay algo importante que decir.  El baile suele desviar la mirada del espectador. La tonada, en cambio, busca que toda la atención se centre en la letra, en lo que se dice. Y esto es así porque los temas que trata merecen respeto. El que canta debe darse cuenta de que está ante Algo grande y debe transmitirlo de esa manera a su auditorio. Cuando el hombre habla del amor, la muerte, la amistad, la familia y la patria, debe hacerlo con reverencia. Por este motivo, no cualquiera puede componer ni cantar una tonada. Quien la escribe debe ser una persona que ha vivido, que ha sufrido, gozado y amado. Podríamos decir, utilizando una figura poética, que la tonada es como el abuelo del folklore. Destila experiencia de vida y sabiduría. Por este motivo también, se hace difícil a nuestros jóvenes comprenderla, no han vivido lo suficiente como para valorar la sabiduría de sus palabras, o generalmente, no son capaces de asombrarse ante lo simple, bello y oculto de la tonada. Porque demanda de su auditorio una disposición espiritual singular: quien la escucha debe abrir el corazón y los oídos. Y debe ser una persona capaz de asombrarse ante las cosas. Quien no es capaz de admirar lo simple, no podrá nunca entender ni amar la tonada. Quien no se ha detenido a mirar en la vida lo que sucede a su alrededor, quien no es capaz de salir de sí mismo para contemplar las cosas, quien no es capaz de darse a alguien por amor, no es capaz de entender la tonada.

                La tonada es bella porque nombra bella y verdaderamente a las cosas. Les devuelve su lugar perdido y ensuciado por lo cotidiano de la rutina. Hace que lo simple de todos los días, aparezca renovado, colorido y perfumado. Nos mete en la profundidad de lo simple. Nos recuerda la grandeza del hombre, lo nobles que pueden ser sus sentimientos y deseos. Nos enseña a valorar lo que tenemos. Es por ello también, que la tonada posee una serie de ritos que deben llevarse a cabo para que sea completa y acabada. Y digo ritos en el sentido original de la palabra, porque denota algo de religioso en su proceder:

1) Es un canto que brota del corazón y que se transmite en la intimidad, por ello demanda un ambiente propicio. Generalmente la tonada se canta después de que el público ha bailado y se ha divertido. Y esto es así porque el cantor desea dejar un mensaje importante a algún amigo, agradecer a alguien o transmitir una enseñanza. Y aunque el mundo moderno lo haya olvidado, la verdad necesita de una actitud especial de parte nuestra para ser bien recibida. Si sólo nos fijamos en aspectos superficiales como la voz del cantante o su apariencia, si no somos capaces de dejar de criticar, si creemos que lo sabemos todo y no estamos dispuestos a aprender algo muevo, si en definitiva no somos humildes y simples, no podremos entenderla.

2) El punteo inicial: es una muestra de maestría y belleza, es crucial para captar al auditorio. Es el preludio del mensaje, la melodía que va a disponer al alma y le va a sugerir la actitud que necesita para que la verdad sea bien recibida. Puede ser grave o alegre, dependiendo de lo que se vaya a hablar. Es importante escucharlo y dejarse invadir por él, interpretarlo, dejar que nos movilice y que nos hable con su lenguaje vacío de palabras pero lleno de ricas sugerencias. Demanda paciencia para quienes no están acostumbrados a percibirlo. Por ello también la tonada se nos aleja, tenemos que aprender a escucharla, nos habla de lo nuestro pero con un lenguaje al que quizás no estamos acostumbrados a escuchar…

3) El mensaje y el cogollo: como dijimos, la tonada es experiencia vivida y transmitida. Es una persona la que nos habla a nosotros en particular, por ello, hay un momento en que el cantor se toma su tiempo para nombrar al destinatario del mensaje. Y como toda comunicación, debe haber una respuesta por parte del nombrado. La tonada debe ser pagada por un acto de justicia. Este gesto nos enseña algo que en la sociedad de hoy está completamente olvidado: el agradecimiento a la persona que generosamente nos hace un bien. Cuanto más si ese bien es espiritual. Hoy se de todo lo contrario, los que más merecen agradecimiento como los padres, profesores, sacerdotes o personas que dedican su tiempo a los demás, reciben como devolución de sus beneficiados indiferencia o repudio. Es importante agradecer. Pero lo hemos olvidado. Por ello, el nombrado en el cogollo paga al cantor con vino o con el grito cuyano, que no es más que la expresión del gozo ante el elogio o la atención recibida. Es muy bella esta función de la tonada. Nos enseña a elogiar a los buenos, nombrar a los que se destacan y recibir el pago generoso de quien ha sido reconocido ante los demás. Esto demuestra la grandeza del corazón del criollo que sabe reconocer, agradecer, premiar. Es un alma con gestos, a quien le importa que las cosas buenas se distingan de las comunes o las malas, donde todo tiene su orden, su lugar y su momento. Nada pasa desapercibido para el verdadero criollo.

Y no es casual tampoco que la bebida elegida para el pago sea el vino. Bebida cargada de símbolos y de vida. El vino nos habla de muchas cosas: primero, si analizamos su proceso de producción, descubrimos que es una bebida que cuenta en su historia trabajo, esfuerzo, dedicación, tiempo y oración. Solo el hombre de campo entiende el valor del vino. Porque cuesta producirlo, ya que está sujeto a hechos que no siempre dependen del cosechador como por ejemplo el clima, el tiempo de crecimiento de la uva, las plagas.  Quien lo produce sabe que no todo puede ser manejado por él. Y esta actitud lo hace humilde y por lo tanto señor. Porque sabe que hay Alguien más a quien debe rogarle para que su cosecha sea buena. Por ello, el vino es fruto también del rezo. Además, luego de cosechado, debe contar con un tiempo de reposo para que su sabor se afiance. Esto nos recuerda a la meditación, la contemplación de las cosas vividas y asentadas con la sabiduría que solo el tiempo logra otorgarnos. Claro está que, como todo hombre sujeto al pecado y al error, este gesto del pago suele degenerar aveces en borracheras. Pero no es el sentido original que posee.


Los Trovadores de Cuyo
El cantor de tonadas rinde su merecido honor a las verdades que Dios le va comunicando. No se las guarda para sí. Antes bien, las agradece y transmite a los demás, las viste de belleza y las inmortaliza en su canto.










La tonada jamás morirá



Hay en cuyo una luna distinta

color de jazmines, azahar y magnolias

y pasa las noches besando las viñas

que adornan San Juan, a San Luis y a Mendoza.


Estribillo

Luna mía de mi tierra

ponchito en las noches

del criollo labriego, y le dejo mi tonada

a tu luz que es toda la plata que tengo.

Nosotros nos iremos yendo,

pero la tonada, jamás morirá.



Hay en cuyo una luna distinta

que corre cantando sobre las acequias

por la serenata con una sonrisa

igual que una niña que Sale de fiesta.


Estribillo


Cogollo:

Al amigo (nombre), le canto el cogollo

con todo cariño

que hay dentro de mi alma

y le ofrezco mi canto de criollo.

Mi sangre, mi vida, guitarra y tonadas.


Estribillo
 Luna mía de mi tierra

ponchito  en las noches

del criollo labriego, y le dejo mi tonada

a tu luz que es toda la plata que tengo.

Nosotros nos iremos yendo,

pero la tonada jamás morirá.


Letra y Música: E. Villavicencio


 


Amor Verdadero

Hace mucho tiempo
que quiero señora
decirle sencilla
pero tiernamente
que de muy pequeño
ya la presentía
que crecí sabiendo
que era para Usted
que fue solo verla
y al fin comprender.

(Estribillo)
Que el vivir
cada día comienza
que el soñar
no conoce de frenos
que al tenerla
me creo más bueno
pues ser bueno
tiene recompensa.
Que la historia
de amor verdadero
es verdad al sentir
su cuidado
que bendigo contarla
a mi lado
cual bendigo las lluvias
de enero.

(II Pie)
Señora le cuento
pero no comente
que hay otros amores
que me tienen preso
son nuestros retoños
y por causa de ellos
se agranda la deuda
que tengo hacia Usted
le cuento señora me debe creer.




(Estribillo)

Compadre ..........

es lo que más quiero

que amor verdadero

le brinden a Usted.



1 comentario:

  1. Clarita: sencillamente exquisito. Y me has dejado muda (cosa que no es sencilla).
    Mariela.

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