miércoles, 5 de noviembre de 2014

Hermana Muerte




Por Lorena Campi

Para todas las almas agonizantes, que están traspasando el umbral de la vida terrena a la espiritual…

 
Las Parcas, personificación antigua del destino y la muerte





Hermana Muerte tanto eres temida,

profundo y silencioso es el misterio

que en Tí tenebrosamente abrigas.



Nos desprendes de esta inútil carne,

nos arrancas de nuestras familias,

nos quitas savia y cedemos inermes…



¡Oh, hermana, hermana querida!

tan funesta es tu dura estadía

que oscurece entera al alma y la enfría.



Si no mirase de lleno hacia arriba,

al Cielo eterno del que eres puerta,

hacia el gran amor de Dios y María…



Si no mirase, Muerte, si no gustase

de Dios la compañía, no sé

cómo podría yo ahora cantarte.



Vagas entre nosotros aguardando

la divina orden de llevarnos

al mundo invisible, dorso del mundano.



¡No me sorprenda, ¡oh, hermana mía!,  

tu mano despiadada en pecado!

Más sí con mi lámpara encendida.         



Pero dime, excéntrica Amiga,

Ángel oculto y de penosos ojos,

¿no sufres por mirar nuestras partidas?     



¡Oh, Muerte hermana! ¡oh, luz implacable!

¡insólita Amiga y compañera!

¡Apiádate! Y ven a ser Madre…



…dános a luz aún después de vivir.

Pues, para nacer a la Vida Nueva,

extraño parto debemos sufrir…


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